3. Gestión de Riesgos

Introducción

La aparición de la epidemia de COVID-19 a principios de 2020, junto con el aislamiento personal impuesto durante sus primeras fases, produjeron una conmoción en la industria turística que tuvo efectos desastrosos para todo el sector y las personas empleadas en él a nivel internacional. Desde entonces, esta revolución tectónica ha presionado a las empresas turísticas para que piensen en medidas estratégicas que garanticen la continuidad del negocio. 

Por supuesto, el riesgo no es un concepto recién nacido. El riesgo es una parte inevitable de la vida personal y empresarial y un factor inherente a toda iniciativa empresarial. De manera que, para evitar consecuencias adversas y obtener resultados favorables, es crucial gestionar los riesgos con eficacia. 

La gestión de riesgos es un enfoque sistemático que implica identificar, evaluar y mitigar los riesgos potenciales que pueden afectar a las personas o a las organizaciones. Este proceso implica evaluar la probabilidad y las consecuencias potenciales de los riesgos e idear medidas para minimizar su probabilidad o impacto. 

En cualquier caso, una adecuada gestión de los riesgos debe basarse en una evaluación informada (tanto de sus causas como de sus consecuencias). En este sentido, por ejemplo, la probabilidad de que surja un problema si se utilizan los restos de una cena de bufé para incluirlos en el desayuno de la mañana siguiente puede ser baja, si los alimentos se conservan siguiendo las normas correctas. Sin embargo, la gravedad de las consecuencias puede ser muy alta si un cliente se intoxica. En esta sección, profundizaremos en los principios fundamentales, los métodos y las dificultades de la gestión de riesgos.


Principios de la gestión de riesgos

El primer paso en la gestión de riesgos es identificar y definir los riesgos potenciales que podrían afectar a una organización o a un individuo. 

A continuación, la evaluación de riesgos consiste en valorar la probabilidad y el impacto potencial de cada riesgo identificado y priorizarlos en función de su gravedad. 

La mitigación de riesgos, por su parte, implica desarrollar y aplicar estrategias para reducir o eliminar la probabilidad o el impacto de los riesgos. 

El seguimiento y la revisión de los riesgos implican evaluar y actualizar periódicamente el plan de gestión de riesgos para garantizar su eficacia y pertinencia.


Técnicas de gestión de riesgos

Existen varias técnicas que pueden utilizarse para gestionar los riesgos de forma eficaz. 

  • Evitar el riesgos - evitar actividades o situaciones que puedan dar lugar a peligros potenciales. Un ejemplo sería el de un alojamiento turístico que decide ofrecer tarifas con descuento para reservas anticipadas pero que aplica condiciones servers de reembolso para mitigar el riesgo de que debido a una situación imprevista se reduzca el negocio en un período determinado. Otro ejemplo de evitación de problemas sobrevenidos sería el de disponer de un generador eléctrico individual para hacer frente a posibles apagones en verano.  
  • Reducir el riesgo - esto implica aplicar medidas para reducir la probabilidad o el impacto de los riesgos, como aplicar procedimientos de seguridad o redundancias. 
  • Transferir el riesgo - esto es, desviar el potencial riesgo a otra parte, por ejemplo mediante seguros o contratos acuerdas que, en caso de que haya un problema con tu negocio, serán otros quienes asuman las consecuencias. 
  • Aceptar el riesgo - y desarrollar planes de contingencia para mitigar su impacto en caso de que se produzca.
Risk management techniques


Descripción del proceso de gestión de riesgos

Un marco estándar de proceso de gestión de riesgos define las actividades para identificar, evaluar, priorizar, gestionar y controlar los riesgos que pueden afectar a la ejecución del proyecto/actividad y a la consecución de sus objetivos. 

Este marco genérico se divide en cuatro etapas, como se verá a continuación. 

Etapa 1: Identificación de riesgos 

El propósito de este paso es facilitar la identificación y documentación de los riesgos que pueden afectar a tu actividad diaria (o a un proyecto empresarial concreto). Algunos ejemplos de posibles riesgos en el sector turísticos serían: el riesgo de no encontrar personal formado para cubrir las necesidades del periodo estival, el riesgo de que el chef de cocina abandone a mitad del periodo turístico (es decir, rotación de personal), descenso del atractivo turístico de un popular destino, etc. 

Para identificar los riesgos se utilizarán diversas técnicas que suelen centrarse en las tendencias pasadas o en la exposición futura, en un análisis ascendente o descendente. 

Algunas organizaciones disponen de una Tipología de Riesgos que agrupa varios tipos de riesgos en categorías y que se utilizará como referencia, por ejemplo, riesgos relacionados con causas de fuerza mayor (por ejemplo, debido al mal tiempo, tensiones geopolíticas, etc.), debido a la falta (o renuncia) del personal adecuado, a un acontecimiento que repercuta negativamente en la reputación del lugar como destino turístico, a la mala competencia, a problemas de infraestructura, etc. 

La identificación de riesgos, no obstante, ha de ser un proceso continuo a lo largo del tiempo. Por lo tanto, al poner en marcha una empresa en el sector, o cuando se planea lanzar un nuevo producto/servicio al mercado, se creará una lista inicial de riesgos que posteriormente se actualizará con frecuencia. 

Etapa 2: Evaluación de riesgos 

El propósito de este paso es evaluar la probabilidad de ocurrencia y el impacto de los riesgos identificados en términos de su influencia en la actividad a desarrollar. El producto de su probabilidad e impacto define el Nivel de Riesgo, que se utiliza como referencia para su priorización y el desarrollo de la respuesta al riesgo. 

Esta evaluación es necesaria antes de poder planificar la respuesta a los riesgos. 

Además, en función de la propensión al riesgo de las partes interesadas, se definirán escalas de evaluación y tolerancias en función de las cuales se elegirán las estrategias de respuesta al riesgo más adecuadas. 

Paso 3: Desarrollo de la respuesta al riesgo 

Una vez identificados y evaluados los posibles riesgos a enfrentar, desarrollar preventivamente respuestas a estos escenarios es la mejor estrategia de respuesta al riesgo, con el fin de identificar y planificar las acciones para controlarlos. 

La selección de la estrategia de respuesta al riesgo se basará en los resultados de la evaluación del riesgo (nivel de riesgo), en el tipo de riesgo, en los efectos sobre los objetivos generales del proyecto (por ejemplo, calendario y costes), así como en el coste de la estrategia y sus beneficios (análisis coste/beneficio). La estrategia (o estrategias) seleccionada para cada riesgo se documenta en el Registro de Riesgos. 

Hay cuatro estrategias que pueden considerarse respuestas al riesgo: Reducir, Evitar, Transferir o Aceptar un riesgo. Para los riesgos aceptados, pueden aplicarse planes de contingencia que ayuden a controlar su impacto en caso de que se produzcan. 

Una vez seleccionada la estrategia para cada riesgo, se definirán, describirán, programarán y asignarán acciones específicas para aplicar la estrategia (por ejemplo, 16 un generador propio para los apagones, un depósito privado de agua dulce para la escasez de agua, turnos de socorrista para nadar con seguridad, formación para el personal recién nombrado, etc.), mientras que un “Propietario del Riesgo” asume la responsabilidad de su aplicación. 

Las acciones detallarán actividades, hitos y resultados concretos y se documentará en el Registro de Riesgos. Además, identificarán claramente la fecha prevista de resolución, así como la estimación de los recursos implicados y las dependencias. 

Paso 4: Control de riesgos 

El propósito de este paso es supervisar y controlar la ejecución de las actividades de respuesta a los riesgos, al tiempo que se supervisa continuamente el entorno de actividad para detectar nuevos riesgos o cambios (por ejemplo, probabilidad y/o impacto) en los riesgos ya identificados..


Retos de la gestión de riesgos

Existen varios retos y obstáculos que pueden dificultar una gestión eficaz de los riesgos. Uno de los principales es, a pesar de la previsión y planificación, la incertidumbre, ya que los riesgos son inherentemente imprevisibles y pueden tener consecuencias imprevistas. 

Los recursos limitados y las prioridades contrapuestas también pueden dificultar la asignación de recursos suficientes a las actividades de gestión de riesgos. La resistencia al cambio y la autocomplacencia pueden conducir a una falta de urgencia o de compromiso con la gestión de riesgos. Además, la complejidad de las organizaciones y sistemas modernos puede dificultar la identificación y evaluación de todos los riesgos potenciales.


Caso de Estudio

A continuación se dispone un caso de estudio inspirador sobre la gestión de riesgos en un complejo turístico de Malasia que puede proporcionarte una nueva perspectiva al respecto:

https://www.researchgate.net/publication/322222232_Risk_Management_Practices_in_Tourism_Industry_-_A_Case_Study_of_Resort_Management (recurso en inglés).


Conclusiones

Una gestión eficaz de los riesgos es esencial para lograr los resultados deseados y evitar consecuencias negativas. Aplicando los principios y técnicas analizados en esta sección y siendo conscientes de los retos y obstáculos más probables en el sector turístico, las personas y las organizaciones pueden desarrollar un enfoque proactivo y global de la gestión de riesgos. 

Mediante el seguimiento y la revisión continuos del plan de gestión de riesgos, y su adaptación en caso necesario, es posible minimizar la probabilidad y el impacto de los riesgos y alcanzar sus objetivos..